Nos enfocamos en formar líderes, niños que serán los líderes del mañana, que tengan la capacidad no solo de dirigir equipos, también de dirigirse a sí mismos.
En este artículo te presentamos de forma resumida los 7 hábitos que constituyen la base de nuestro programa Leader in Me.
Ten en cuenta que esta breve explicación no es el programa con el que les ayudamos a formarse como líderes, sino una presentación de la importancia y utilidad de estos hábitos:
Hábito #1: Ser proactivo
Ser proactivo es tomar el control de lo que sucede, lo contrario sería estar pasivo ante lo que sucede y solo mirar y reaccionar.
Para incorporar la proactividad como hábito, se requiere de disciplina, del autoconocimiento de las habilidades y la destreza de evaluar las alternativas ante una situación para así tomar decisiones y actuar en coherencia con los objetivos personales.
Cuando se es reactivo, se depende del entorno, y de las fuerzas que son ajenas a la persona, lo que puede generar una realidad insatisfactoria e incoherente con lo que esa persona desea para sí.
Lograr la proactividad como hábito lleva tiempo, dedicación y empeño. En el caso de los niños y adolescentes, e incluso de los más jóvenes necesitan orientación para llegar a un nivel de proactividad que les permita construir la realidad que desean.
En nuestro colegio, nos enfocamos en brindar orientación oportuna, y formar para la proactividad, de manera que, en el futuro, nuestros estudiantes puedan afrontar grandes retos y salir victoriosos.
Hábito #2: Comenzar con el fin en la mente
Otro de los hábitos que fomentamos en nuestro colegio es el de trabajar y actuar con base a objetivos, tener un fin en la mente, un “a dónde quiero llegar”, “qué quiero lograr”, “por qué hago esto”.
Tener un fin u objetivo, les permite a las personas avanzar hacia un destino establecido, y esto es posible cuando se tiene conciencia respecto a qué es lo que se quiere en la vida, cuál es el propósito que tenemos, qué misión debemos cumplir.
Aplica a todos los aspectos de la vida, y a toda tarea que emprendamos. Desde tareas escolares, estudios, decisiones cotidianas y más.
Queremos formar individuos capaces de identificar cuáles son las mejores decisiones con base al futuro que se han propuesto, y que cada acción que realicen sea iniciada con un objetivo en mente.
Este es un hábito que los prepara para la excelencia, y cuando lo desarrollan desde temprana edad pueden construir un carácter determinado al éxito.
Hábito #3: Poner primero lo primero
Queremos que nuestros estudiantes se hagan conscientes de que, para tener éxito en la vida, en cualquiera de los ámbitos, hay que establecer prioridades, ir paso a paso, saber que para construir primero hay que echar las bases.
Por eso nos centramos también en ayudarles a desarrollar cualidades como la paciencia, y hábitos relacionados a la organización y planificación.
El hábito de poner primero lo primero les permitirá crear bases sólidas para avanzar en cualquier proyecto que se propongan.
Hábito #4: Buscar ganar-ganar
De igual forma creemos en una filosofía de ganar-ganar, y nos ocupamos de promover actividades escolares que sirvan como escenario para desarrollar esta filosofía como un hábito en la vida de nuestros estudiantes.
Esto hace que puedan ser más colaborativos y, por tanto, estén listos para trabajar en equipo en todo tipo de proyecto, desde los escolares, hasta los proyectos de vida e incluso en sus actividades laborales cuando deban afrontarlas.
Hábito #5: Primero entender para ser entendido
Para que nuestra sociedad pueda seguir avanzando de forma positiva, es importante que los niños y adolescentes se relacionen con conceptos como la empatía y la comunicación eficaz.
Promovemos en ellos la disposición a ponerse en el lugar del otro, y les motivamos a practicar la escucha activa como fundamento para una comunicación eficaz, de manera que, puedan debatir ideales y decisiones orientados a soluciones.
Este hábito les ayudará a desarrollar un carácter de liderazgo, disposición a colaborar con otros, y los preparará para la resolución de conflicto en todos los campos en los que deban desempeñarse tanto en el presente como en el futuro.
Hábito #6: Sinergizar
La sinergia es un hábito que nos prepara para la cooperación, una persona que desarrolla la habilidad de “sinergizar”, puede identificar los puntos comunes que llevan hacia un trabajo más eficaz.
Cuando una persona es capaz de crear o establecer una dinámica de sinergia con otra, los resultados de actuar en conjunto son mayores a los esperados, y el trabajo es menos pesado.
Al enseñarles este hábito a nuestros estudiantes, y permitirles escenarios en los que puedan aplicarlos, los estamos preparando para generar procesos más efectivos.
Hábito #7: Afilar la sierra
Por último, con afilar la sierra nos referimos al hábito de la autorrenovación, lo que significa encontrar un equilibrio para que los anteriores hábitos sigan funcionando de forma adecuada.
La autorrenovación nos permite mantener la salud física, emocional y mental, gestionar el estrés y la ansiedad, saber cuándo detenernos para descansar y recuperar energía.