La educación para el desarrollo sostenible le permite a los niños y adolescentes adquirir conocimientos, actitudes y valores fundamentales para tomar decisiones y comportarse de forma responsable y en favor del bienestar ambiental, la viabilidad económica y de una sociedad más justa.
Ahora bien, se trata de un proceso de aprendizaje que se va adquiriendo a lo largo de la vida, con este enfoque se refuerzan las dimensiones sociales, cognitivas, emocionales y comportamentales.
Se puede decir que es una educación holística y transformadora, y es una filosofía que, a su vez, abarca tanto el contenido como los resultados del aprendizaje, lo que significa que atraviesa la pedagogía y todo el entorno del aprendizaje.
Con la educación para el desarrollo sostenible se pone en marcha también un catalizador importante para el cumplimiento de dos objetivos relevantes: sustentabilidad y transformación de la sociedad.
A continuación, presentamos algunos alcances de este enfoque en la educación:
Estimula un pensamiento crítico
El pensamiento crítico es un factor que todo individuo necesita desarrollar para ser más útil a quienes le rodean, a lo que le rodea y a sí mismo.
Es por ello por lo que en nuestra institución nos hemos propuesto como meta tener en cuenta los principios de la educación para el desarrollo sostenible, queremos lograr que los niños y adolescentes se formen entiendo que el ambiente natural debe ser cuidado por encima de todo.
Esto les ayuda a formular soluciones que suplanten aquellas acciones que, bajo el pretexto o necesidad de supervivencia, resultan perjudiciales para el medio ambiente.
A través de las estrategias bajo esta filosofía educativa nos aseguramos de que cada niño y cada adolescente adquiera conocimientos, actitudes, valores y habilidades prácticas, para participar responsablemente en la solución de problemas ambientales.
Genera un cambio de enfoque de cara al futuro
En el presente podemos iniciar una transformación que permita construir mejores escenarios sociales, económicos, políticos e incluso educativos.
Es a lo que nos dedicamos a través de nuestra pedagogía. Con la educación para el desarrollo sostenible vamos generando escenarios perfectos para la comprensión y estudio de los problemas socioeconómicos, y políticos, desde una perspectiva diferente.
A lo que apuntamos es a alimentar con principios de bienestar a los niños y adolescentes, para que éstos tengan la capacidad de fomentar soluciones desde “otra orilla”, que generen un cambio de enfoque positivo.
Es así como hemos podido evidenciar que nuestros estudiantes van presentando soluciones a las disyuntivas o problemas sociales de sus entornos inmediatos, con conductas positivas con relación al medio en el que se desenvuelven.
Ayuda con la formación de un carácter de liderazgo
Cuando los niños se forman con conciencia del medio ambiente, de la colectividad, cuando son capaces de desarrollar un pensamiento crítico y proponer distintos enfoques para construir mejores escenarios de convivencia, están también desarrollando un carácter de liderazgo.
Y es lo que deseamos: un futuro con líderes conscientes, con líderes que atienden las problemáticas trascendentales y que pueden percibir el contexto más allá de lo individual y de lo presente.
Es así como creemos que, a través de la educación para el desarrollo sostenible, los líderes del futuro podrán tomar mejores decisiones, legislar para el bienestar común, y desarrollar programas más convenientes de cara al respeto por el medio ambiente.
Todo lo que necesitamos es una población sensata, que comprenda todo lo que le rodea y que tenga un sentido de pertenencia.
Esto es posible si desde sus primeros años, las personas son educadas para no derrochar ni desaprovechar los recursos del planeta, y si son educadas para no perjudicar el entorno y para convivir con quienes les rodean.